SOY UN
CIUDADANO DEL MUNDO
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ÁREA: HUMANIDADES
GRADO: SÉPTIMO
TEMA: CINCO SOY UN
CIUDADANO DEL MUNDO
DURACIÓN EN DÍAS: 15
DURACIÓN EN HORAS: 15
ANALISTA:MIRIAM DUQUE
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ANEXO
DOCUMENTOS O MATERIAL DE APOYO
Video Derechos Humanos: Unidos:https://www.youtube.com/watch?v=BEfE3aBf-mw
Video Que son los Derechos Humanos: https://www.youtube.com/watch?v=mpuW5B1dwUE
¿QUÉ SON LAS COMPETENCIAS CIUDADANAS?
Las competencias
ciudadanas son los conocimientos y las habilidades cognitivas, emocionales y
comunicativas que hacen posible que las personas participen en la construcción
de una sociedad democrática, pacífica e incluyente. Por ejemplo, el conocimiento sobre
los mecanismos constitucionales para proteger los derechos
fundamentales, como la tutela, es fundamental para participar democráticamente
y para hacer que nuestros derechos sean respetados. La capacidad para imaginar
distintas alternativas creativas de solución es una
competencia cognitiva para poder resolver pacíficamente conflictos entre
personas o entre grupos. El reconocimiento y manejo de las emociones propias
es una competencia emocional fundamental para relacionarse pacíficamente con
los demás. Por ejemplo, si soy capaz de mantener cierto control sobre
mi rabia en situaciones estresantes es más fácil que pueda evitar
hacerles daño a otros o a mí mismo en esas situaciones. La capacidad para
escuchar seriamente los puntos de vista de los demás, así sean contrarios a los
míos, es un ejemplo de competencia comunicativa fundamental para vivir en una
sociedad donde tenemos que construir a partir de las diferencias.http://www.colombiaaprende.edu.co/html/home/1592/article-96635.html
CONCIENCIA AMBIENTAL PARA
CUIDAR EL MEDIO AMBIENTE
Hablamos siempre
sobre la crisis ambiental, su gravedad, sus efectos, y críticas, y también ya
nos hemos planteado un poco la necesidad de hacer una mirada introspectiva
sobre el grado de compromiso con el ambiente y/o de responsabilidad con la
huella ecológica que generamos a diario.
De este modo nos
encontramos frente a la concreta necesidad de accionar en defensa del medioambiente
y de nuestra salud, finalmente destinataria de la calidad de aire, agua,
disposición de recursos naturales, etc, además de mínimamente pensar en cómo
vivimos, y cómo deberíamos vivir en lo sucesivo, para hacerlo responsablemente
y de la manera más sustentable posible.
Necesitamos despertar
a la conciencia ambiental para poder ganar la batalla que está degradando tanto
nuestro planeta, nuestra casa común, y para ello resulta fundamental educar y
enseñar, mostrando lo que sucede en la realidad de los hechos para que
todos podamos tomar decisiones claras y concretas, tendientes a mejorar
la calidad de vida del planeta y de la humanidad.
De este modo
podríamos decir que cuando hablamos de la importancia de la “conciencia
ambiental” nos estamos refiriendo lisa y llanamente al entendimiento o
comprensión que se adquiere sobre el impacto de los seres humanos en el
ambiente, es decir, en su entorno, especialmente el impacto negativo que se
desencadena de nuestras actividades diarias, fundamentalmente avasallantes y
destructivas en virtud del consumismo desenfrenado que empuja a todos a comprar
y comprar sin medir consecuencias y a costa de lo que se cruce o desaparezca en
el camino.
Es decir, hablamos de
esa capacidad de entender la real magnitud de la influencia de las acciones
diarias y habituales de los hombres en el medio ambiente, la degradación que se
incrementa cada vez más, sumado a entender también cómo ésto afecta no sólo
nuestro presente, sino además, el futuro de nuestro planeta y las venideras
generaciones que lo encontrarán desbastado.
En este orden de
ideas, la “ conciencia
ambiental ” nos impone asumir que
estamos agotando los recursos naturales y saber que éstos no son
infinitos; que está empeorando el calentamiento global y aumentando el tamaño
de la capa de ozono, que estamos exterminando la biodiversidad haciendo
que múltiples especies animales y vegetales se hayan extinguido y otras tantas
estén en ese camino a desaparecer por siempre, que crecen las enfermedades y su
gravedad con la contaminación, que el efecto invernadero es cada vez mayor, y
que aumenta descomunalmente la cantidad de basura que arrojamos a la tierra sin
que ésta pueda absorberla, que el aire está cada vez más sucio y enfermo y que
deforestamos y talamos árboles como si ninguna funciona vital tuviesen en
conjunto.
Debemos imperiosa y
urgentemente tomar conciencia porque mirar aisladamente y de tanto en tanto
estos temas y preocuparnos, pero luego sufrir de “amnesia ambiental” y seguir
como si nada hubiese paso un fuere a pasar, no nos exime de culpa ni de
responsabilidad como habitantes de este planeta. Necesitamos involucrarnos de
forma tal que podamos entender la relación directa que existe entre nuestras
acciones diarias y estos acontecimientos dañinos.
Para ello, tenemos
que asumir como un “deber ciudadano” la
obligación natural de vivir responsablemente, haciendo uso de los beneficios
que la madre tierra nos da, sin que ello permita un abuso. Con tomar “
conciencia ambiental ”, ya habremos dado un paso
importante.
No vamos a subestimar
el valor y la también necesaria espera de las acciones y gestión pública
ambiental, con políticas que acompañen y cumplan y hagan cumplir las leyes
protectorias, seguidas de sanciones reales para los incumplidores. Pero esto
tal vez sea más complejo, ya que los gobiernos, sea cual fuere el nivel estatal,
normalmente no se involucran en cuestiones que no impliquen votos.
Lamentablemente la
política ambiental es una de ellas y da lugar además, a una buena porción de
inacción, y si se quiere, de corrupción en ciertos casos. Pero la obligación
incumplida de los gobiernos no tiene por qué asumirse como propia por quienes
nos jactemos de ser personas de bien y responsables, quienes atribuyamos valor
a la dignidad humana. Digo esto porque vivir dignamente implica también gozar
de un ambiente sano.
Por algo el derecho
al ambiente es considerado un derecho humano fundamental, como la salud y la
vida. Empezar por casa es un buen paso. Luego, estaremos más enfocados a exigir
a los gobiernos que hagan su parte, la más importante. Pero nada de ello llega,
sin previamente conocer, aprender a querer y cuidar, a partir de la conciencia
ambiental.